, 'opacity': false, 'speedIn': , 'speedOut': , 'changeSpeed': , 'overlayShow': false, 'overlayOpacity': "", 'overlayColor': "", 'titleShow': false, 'titlePosition': '', 'enableEscapeButton': false, 'showCloseButton': false, 'showNavArrows': false, 'hideOnOverlayClick': false, 'hideOnContentClick': false, 'width': , 'height': , 'transitionIn': "", 'transitionOut': "", 'centerOnScroll': false }); })

Llámanos al: 03543 402100 / 402200

Dirección: Evangelista Torricelli 5615 esq. Gay Lussac
Buenos Aires 1302 esq. Bolivia | Ver Ubicación

Cirugía de la obesidad: Pacientes que no cumplen con el seguimiento post-operatorio bajan un 30% menos de peso

Cirugía de la obesidad: Pacientes que no cumplen con el seguimiento post-operatorio bajan un 30% menos de peso

  • “Los pacientes que no se dejan ayudar, es decir que no supervisan el proceso de descenso de peso desde un punto de vista médico y psicológico luego de una cirugía de la obesidad, bajan en promedio un 30% menos que aquellos que siguen con las pautas médicas indicadas”.
  • “Las estadísticas, publicadas en prestigiosas revistas extranjeras especializadas en cirugía de la obesidad, se condicen con los datos surgidos a partir de la experiencia clínica en el consultorio”.
  • “El seguimiento postoperatorio de todo paciente que ha sido sometido a una cirugía de la obesidad debe incluir a especialistas en obesología, nutrición, psicología y educación física, quienes tienen la misión de ayudar a los pacientes a incorporar hábitos alimentarios y físicos sanos para toda la vida. El seguimiento de la pautas que éstos planteen, con las cuales el paciente debe “amigarse”, ayudarán a evitar recaídas en el mediano o largo plazo”.
  • “Nuestra misión en los controles es básicamente recordarle a los pacientes que independientemente de la cirugía que se han efectuado, tienen una enfermedad que les va a durar toda la vida. La cirugía los ha ayudado a bajar de peso mucho más de lo que bajan normalmente, pero el desafío en esta instancia es mantener este logro tan importante”.

Los riesgos de la inconstancia

  •  “Normalmente aconsejamos a los pacientes una consulta mensual los primeros seis meses posteriores a la operación, y cada dos meses en el segundo semestre.  La experiencia clínica muestra que cuando un paciente no cumple con estas pautas, al regresar al consultorio luego de varios meses habrá bajado menos de peso que si se hubiera supervisado.  Asimismo, es más fácil realizar pequeñas correcciones en el hábito alimentario cuando, tras un período de estabilidad se ha subido un kilo, que cuando el paciente consulta con cinco kilos de más”.
  • “Las excusas más comunes para justificar las inasistencias al consultorio suelen ser problemas personales o familiares, enfermedades o dificultades en el ámbito laboral, es decir los mismos problemas que antes de operados los llevaban a volcarse a la comida. Esto explica la necesidad de una asistencia psicológica que los ayude a erradicar costumbres y hábitos que llevan varios años en su vida y que deben cambiar en esta nueva etapa”.
  • “Aquellos pacientes que se saltean dos o tres consultas corren serios riesgos de volver a ver manifestaciones de la enfermedad, puesto a que no estamos controlando todos los aspectos que acompañan a la obesidad”.

Comer sin apetito: principal riesgo de recaída

 

  • “Todo paciente que va a someterse a una cirugía de la obesidad es estudiado previo a la intervención por un grupo interdisciplinario de profesionales entre los que se encuentran el equipo de Salud Mental. En general, este grupo es el que determina si el paciente en cuestión está en condiciones de operarse y si va a ser beneficiado por algún acompañamiento terapéutico en el postoperatorio”.
  •  “¿Por qué entendemos que el seguimiento psicológico es tan importante? Porque a pesar de que realizamos operaciones que le quitan al paciente el deseo de comer, muchos traen la costumbre de comer pese a no tener apetito. Lo hacen, por ejemplo, cuando están aburridos mirando televisión, cuando festejan por algún motivo, o incluso sin darse cuenta, mientras están trabajando”.
  • “Esto indica que existen nexos que no son normales y que es necesario desmembrar con la ayuda de terapeutas adecuados. Un ejemplo claro de esto es lo que los pacientes nos dicen en consultorio: “cuando estoy aburrido o angustiado me dedico a comer” cuando en realidad, la comida debe responder sólo a un estímulo que es el apetito.
  • “Hay pacientes que tienen distintos hábitos alimentarios bien definidos: picoteadores, comedores de grandes volúmenes, comedores de dulces, comedores nocturnos, etc. Esto es de gran importancia al momento de decidir el tipo de cirugía que le ofreceremos al paciente ya que algunas actúan mejor en personas con hábitos particulares.”
  • “También en algunos casos es necesaria la participación del psiquiatra, porque a menudo es útil medicar al paciente con fármacos que ayudan a estabilizar el ánimo y a controlar esa ansiedad que a veces aparece en el postoperatorio”.
  • “Es tan importante el factor psicológico como causante de la problemática de la obesidad severa o mórbida, que nosotros prácticamente siempre aconsejamos que el paciente haga un acompañamiento psicológico en el proceso de descenso de peso”.
  • “Tenemos que tener siempre presente que estamos cambiando hábitos que llevan más de 20 años en la vida de los pacientes. Obviamente, si estos pacientes a lo largo de su vida no han podido enfrentar la problemática de la obesidad por sí solos, se beneficiarían mucho si se dejan ayudar por un grupo de salud mental”.

 

La necesidad de cambiar los hábitos

  • “El cambio en los hábitos, entonces, es fundamental. Con la cirugía lo único que hacemos es generar mecanismos para que a la persona ingiera un volumen menor de alimentos, (achicando el estómago), o bien pueda transitoriamente absorber menos cantidad de lo que ingiere (salteando una porción del intestino). Es importante recalcar que siempre realizamos cirugías que quitan al paciente el deseo de comer, y esto es lo que diferencia a las cirugías de cualquier dieta que hayan realizado.  Así es como los pacientes nos refieren que después de la cirugía comen en promedio menos de un cuarto de lo que comían antes, a pesar de lo cual no tienen apetito.”
  • “Sin embargo, cualquier paciente puede boicotear una cirugía si no entiende a la misma como un camino para retornar a un hábito de vida sano y definitivo”.
  • “Es así como a los pacientes operados les recomendamos que coman pequeñas porciones con buen contenido proteico con intervalos no mayores a tres horas ni menores a dos horas. Se les indica que repartan la alimentación durante todo el día en seis comidas: desayuno, intermedio, almuerzo, postre, merienda y cena. Si hay necesidad de una colación más, pueden hacerla.”

 
fuente: http://www.aquishow.com.ar/salud/Obesidad-Pacientes_no_cumplen_con_el_seguimiento_post_operatorio/5999